Martes Niebla inicia su andadura con este EP homónimo, aunque sus miembros proceden de bandas de amplia trayectoria dentro del panorama musical independiente español. Así, Paco Arenas, Inés Olalla y Cristian Bohórquez provienen de Blacanova; este último conforma, junto a Davis Rodríguez, Escuelas Pías; y Erica Pender es parte de Terry vs. Tori.
La estela de sus otros proyectos musicales se deja sentir en estas primeras canciones, donde el dream pop confluye con el shoegaze y el post punk y las capas de guitarras y reverb entretejen esa textura desenfocada y neblinosa que da nombre a la banda y que se enriquece, no obstante, con novedades surgidas de este cruce de caminos creativos.
Una intersección que quizá destaque, sobre todo, por la luz (tamizada, oscilante, vaporosa, pero luz al fin y al cabo) que la bruma sonora filtra y refracta, dotando a este proyecto de una calidez y vitalidad singulares. El oyente estará siempre a medio camino entre la humedad de ese bosque velado, lleno de vibraciones y ecos superpuestos, y la constante irradiación sonora que parece anunciar momentos soleados muy próximos, en los que sentiremos, incluso, ganas de bailar. La unión de estas dos sensaciones o imágenes es Martes Niebla.
Así, encontramos guitarras muy presentes y luminosas; juegos de voces que crean texturas a tres bandas (Davis, Erica e Inés) y en dos idiomas (inglés y español); ritmos más rápidos que alternan bases electrónicas y batería real; lírica agridulce que combina la melancolía, la alegría, la furia y el misterio y, en general, un estallido de creatividad potente y refrescante, lleno de energía.
Las influencias tienen también doble vertiente, una que entronca con el shoegaze y el dream pop más clásicos (Slowdive, My bloody Valentine, Ride…) y otra que se acerca a grupos también amigos de las superposiciones sonoras, pero más actuales (DIIV, Beach Fossils, Tamaryn, Alvvays, Beach House o los primeros School of Seven Bells y Deerhunter).
El resultado es este EP a la vez difuso y radiante, con cuatro canciones muy distintas entre sí pero que encajan perfectamente, mostrando distintas caras del poliedro que es Martes Niebla. “Fósiles” representa la vertiente más dream pop del quinteto, donde las armonías vocales, combinadas con cuerdas y guitarras llenas de feedback, son reiteradamente atravesadas por su estribillo instrumental.
“La verdad blanda” exhibe una base más electrónica que contrasta con la densidad de capas y reverberaciones. Su dinámica línea de bajo resulta tan protagonista como la alternancia de voces que preside los juegos vocales. “Marble” es, sin duda, el corte más potente, cargado de fuerza desde su mismo inicio y con guiños al post punk. Como contrapunto final, en “Cervatillos” la banda muestra un desarrollo instrumental más progresivo, con grandes contrastes de dinámica y multitud de texturas vocales y capas de guitarras que se van superponiendo.
Escucha a Martes Niebla :