Cuando se habla de shoegaze, de inmediato se pueden venir a nuestras mentes los siguientes nombres: Ride, Slowdive, The Jesus And The Mary Chain, Swervedriver, My Bloody Valentine, entre otras. La última agrupación mencionada estuvo de aniversario de su aclamado álbum, “Loveless”, placa esencial del género, la cual entró en la etapa de los 30 años. Este trabajo fue lanzando en 1991, el que demostró que el noise junto al pop y el rock pueden ser amigos de cualquier manera. Asimismo, se vio reflejado en las distintas entregas de los 90 junto a la experimentación de guitarras y otros instrumentos.
En plena década de este estilo musical y yendo a nuestro continente, Latinoamérica no se queda afuera, lo que se ve muy reflejado en el disco “Dynamo” (1992) de Soda Stereo, en el cual se verían las influencias claras de ese trabajo. En el álbum destacan canciones como “Primavera Cero”, “Luna Roja” y “Ameba”. Por otro lado, en Chile, también se comenzaba a cosechar este tipo de sonido y estética con imágenes borrosas en los discos, tal como lo ha hecho My Bloody Valentine. Entre los grupos que siguieron esa línea, aparece Solar junto a su icónico disco “Play” (1997) y “Ultrasol” (1995) de Christianes, por mencionar algunos.
Ya analizando en mayor profundidad el impacto del disco, hoy se puede decir que es un material de culto, pero en su época, los números de ventas no reflejaron un éxito comercial como tal, siendo un trabajo sumamente costoso para el sello de la agrupación, Creation Records, de acuerdo a las historias y lo publicado por medios internacionales. Es más, siempre recorre entre los fanáticos un relato de que la obra maestra del género habría dejado en banca rota a la casa discográfica por las extensas jornadas de grabación y el paso de alrededor de diez ingenieros en el proceso creativo.
La agrupación conformada por Kevin Shields, Debbie Googe, Bilinda Butcher y Colm Ó Cíosóig supieron como llevar al máximo los sonidos distorsionados para que fueran agradables al oído. Si se habla de “Loveless” en los tiempos actuales, se dice que es un álbum icónico de la banda y lo es, siendo una mezcla perfecta de baterías, guitarras, bajos y voces. Además, siempre en tono de broma rondan por internet memes, haciendo alusión a los sonidos de aspiradoras.
En la línea del sonido, los irlandeses demostraron de que la voz no siempre es lo principal dentro de una canción, siendo un instrumento más. Por eso, “Loveless” es un relato que invita a algo no muy claro, pero interesante a primera escuchada, y es por eso que “Only Shallow” es conocida por sus abrumadoras baterías en la parte introductoria del disco.
Desde otra mirada, “To Here Knows When” posee guitarras sumamente envolventes, pero con sonidos muy pop. Algo similar que sucede en la canción, “Soon”, unos de los tracks más “oreja” del disco, el que queda resonando dentro de la cabeza una y otra vez junto a un video con visuales difuminadas.
A medida que el disco avanza entre una gran masa sonora, aparece la letra de “When You Sleep”: “cuando te miro / oh, no sé lo que es real / de vez en cuando / y me haces reír / y te veré mañana”, unas de las canciones más aclamadas de este trabajo, la que calza a la perfección con los conceptos simples de la vida bajo el sonido característicos de la banda y las voces etéreas. De esa manera, sigue el resto del álbum destacando a “Sometimes”, por ejemplo.
My Bloody Valentine sin saber, marcaría un hito en la historia de la música. Diversas bandas actuales poseen grandes influencias de la agrupación, y quizás, de alguna manera, inconscientemente en sus gustos, ya que si es que se hace un repaso se podría decir que Placebo, Wolf Alice, DIIV, Ringo Deathstar, Trementina, Slow Crush, entre otros nombres, son parte de lo que ha dejado el shoegaze.