Tras años de espera, la banda australiana liderada por Dylan Frost debutó en nuestro país durante una nueva versión de Colors Night Light Summer Edition.
Ya te lo habíamos adelantado: la fanaticada de Sticky Fingers en Chile son cosa seria (revisa la nota). Faltando horas para la apertura de puertas de lo que sería una nueva versión de Colors Night Light Summer Edition, los seguidores de “Stifi” hacían largas filas para ingresar al Velódromo del Estadio Nacional. La ansiedad superó con creces los más de 34 grados de temperatura, y las botellas de agua, outfist cómodos y “una que otra cosa” también eran protagonistas en las afueras del recinto.
Con las actuaciones previas de Gondwana y Donavon Frankenreiter, la atmósfera del público era evidentemente de euforia y satisfacción, y tienen motivos suficientes para hacerse valer de ese logro. El camino para que Sticky Fingers, una de las bandas más populares del otro lado del mundo visitara Chile, fue una odisea que tuvo de todo, principalmente frustración. Recordemos que los nacidos en Sydney optaron por un largo receso luego de los escándalos que envolvieron a su líder, Dylan Frost, situación que puso en riesgo el sueño de tenerlos en territorio nacional.
Sin embargo, y frente a todo pronóstico, el quinteto de rock-reggae volvió a los escenarios y meses después se confirmó la noticia que dejó en llamas el internet: Vamos a Chile. Y como era de esperarse, el primer encuentro entre sus adeptos y los músicos fue mejor de lo planeado.
A las 20:00 horas, comenzó una especie de ritual musical: Land of Pleasure abrió el espectáculo con una ovación que cualquier banda debutante se querría. El ceacheí de Paddy, bajista y uno de sus integrantes más cercanos con sus fanáticos locales, llegaría para convencer a aquellos que venían por Wiz Khalifa y que poco o nada sabían del fenómeno Stifi. La fiesta continuaba con “Sad Songs”, “Gold Snafu”, “Flight 101”y “Outcast at Last”, un repaso por sus primeros primeros álbumes y que dejó en claro que el setlist venía a pagar una deuda pendiente.
El bajo de “Loose Ends”, el coro “Kick On” y la relajante “Cool & Calm” también sonaron ante un público completamente decidido a vivir el mejor concierto de sus vidas, demostrando que su nuevo material discográfico los mantiene más vigentes que nunca. Acto seguido, “Everybody’s Talkin’Bout It”, “Velvet Skies” y “Bootleg Rascal” llegaban para descargar su artillería más psicodélica. “One by One”, “Rum Rage” y “Liquorlip Loaded Gun” para dejar las cosas en claro: Sticky Fingers en vivo suenan inmejorables.
“Australia Street”, indudablemente uno de sus mayores éxitos, aparecía en escena y el público se rendía una vez más, quizás ante la canción más coreada de la jornada. La primera parte finalizaba en grande, y regresaba de igual forma, con las versiones acústicas de “Cyclone” y “Kiss the Breeze”. El atardecer, testigo natural de lo acontecido, no podía desaparecer sin “How to Fly”, seguramente la canción que destapó el fenómeno en Chile, cerrando con “Lazerhead”, con armonías que, a todas luces, significaron un “Hasta pronto, y gracias por venir”.
Regresen pronto, están en su casa.
Revisa la galería de imagenes completa / Fotografías por Francisco Millan G :