Las promesas se cumplen, eso bien lo sabe el cantautor, quien finalmente realizó su show en Teatro Coliseo, luego de cancelar su presentación en Fauna Primavera el pasado diciembre.
Por Laura Gatica
Con tenues luces verdes y olor a inciensos el Teatro Coliseo recibió a Banhart, quien le regaló al público chileno un show íntimo y cariñoso, donde hizo un repaso por sus canciones más clásicas como “Carmensita” y “Fig in Leather” , además de sorprender con covers “Luchín” y “Don´t Tell Me” de Madonna.
El venezolano-estadounidense se tomó el tiempo de escuchar lo que el público le gritaba desde la oscuridad del otro lado del escenario, llegando a desencadenar que esos pimponeos se transformaran en peticiones, a las cuales el artista respondía con bromas o con acordes. Fue en una de estas conversaciones, que Banhart recordó que paseando por Santiago, entre los miles de graffitis que se esparcen por la ciudad, vio la frase: “Extrema ternura” estampada en una pared.
Después de la anécdota, el cantautor siguió con su show, pero esa frase sentaría las bases de lo que sería su breve, pero completa actuación, donde presentó sus nuevas canciones, sorprendió con dos covers y, por supuesto, repasó su repertorio más conocido con temas como “Quédate Luna”, “Mi negrita”, “Für Hildegard von Bingen”, “Baby”, entre otras.
Uno de los momentos más significativos fue durante el segundo cover, donde interpretó “Luchín” de Víctor Jara, provocando el silencio absoluto de quienes hace unos segundos se comunicaban a gritos con el cantautor; la hipnosis llegó a tal punto, que en un minuto alguien del público intentó corear con Banhart, pero la masa lo hizo callar, solo querían escuchar la voz del artista y su guitarra.
Durante su presentación, Devendra volvería a repetir la frase “extrema ternura”, pero esta vez como un mantra para sí mismo. A pesar de hablar español perfecto, a ratos sus conversaciones, que se acercan más a las prosas o un monólogo de teatro, parecen erráticas, pero entendemos que es su manera de jugar, después de todo, así es como ha logrado redefinir conceptos y estilos.
Cuando ni siquiera se cumplía una hora de show, Devendra se despidió del público, entre gritos volvió junto a su banda para un último bis y cerró la jornada con “Carmensita”. El público se habría quedado a escuchar más, se les notaba, pero resignados y en silencio, fueron saliendo del lugar, mientras más de alguno seguía coreando sus temas.
Banhart es habitual en Chile, se ha convertido en un artista de culto para quienes lo vienen escuchando desde que comenzó su carrera a la par del inicio del milenio. Sus numerosas presentaciones en el territorio, nos han permitido seguirle la pista y ver su evolución de cerca. Por eso, a pesar de ser un show corto, estuvo completo, además de cargado por su ternura y talento.
Revisa la galería de imagenes que dejó Devendra Banhart en el Teatro Coliseo – Créditos: @felipemalhueortiz